Zancudos y Chinches Raquel González y Daniela Chacón
Raquel González
ZANCUDOS
De los insectos que se pasean por nuestros hogares, el zancudo es uno de los más comunes pero probablemente el que genera más resentimiento. Para la mayoría, solo dejan una picadura, perturbadores zumbidos en la noche, y no mucho más. Pero existen otros mortales que tienen reacciones alérgicas, en los que una sola picada se puede multiplicar en muchas más por todo el cuerpo.
Conversamos con dos expertos en entomología sobre estos insectos, que proliferan durante el verano, ya que lo recomendable para evitarlos no es llegar y aplicar insecticidas, sino que informarse y prevenir.
¿Estamos en temporada de zancudos?
“Así es”, responde Alfredo Ugarte, conocido entomólogo y divulgador científico, recordado por su participación en variados programas de televisión. Pero este nuevo año, a diferencia del anterior, es probable que los zancudos aparezcan en menor cantidad, ya que durante el invierno llovió poco, lo que provoca que las fuentes de agua permanezcan secas e impidan la proliferación de zancudos”.
“Los zancudos necesitan un poco de agua para concretar su ciclo vital”, añade Ugarte, “el que no se extiende por más de 10 días”.
Como el año 2020 llovió algo más, el verano pasado tuvimos más población de estos insectos. Cuando las temporadas invernales son más lluviosas, las estivales suelen tener “más insectos en general”, agrega Constanza Schapheer, entomóloga y comunicadora científica
Conociendo al zancudo
En cualquier combate o enfrentamiento —ya sea una batalla de guerra, un partido de tenis o un arte marcial— recomiendan pensar como el adversario y así anticipar sus movimientos. En el duelo contra los zancudos es igual: si nos ponemos en sus y nos informamos más sobre sus características, entenderemos mejor sus comportamientos y podremos lidiar mejor con su presencia.
El zancudo pica, sí, pero no como lo hace una abeja. “Ellos lo hacen con un aparato bucal picador”, dice Ugarte. “Primero inyectan un anticoagulante y luego la probóscide, que es su trompa, con la cual succionan la sangre”.
Si no te lo puedes imaginar, esta foto sirve para entender el complejo aparato bucal de un zancudo.
“Los zancudos son hematófagos —es decir, se alimentan de sangre—, pero solo las hembras pican”, dice Alfredo Ugarte. “Lo hacen porque necesitan inmunoglobulina para terminar la fecundación de sus huevos”. Los machos, por su lado, “liban flores y sacan néctar para tener energía y así reproducirse con la mayor cantidad posible de hembras”. El “zancudo Draculón”, gran hit de Cachureos con el que varios se criaron, deja de tener sentido con esta información.
Prevenir antes que eliminar
Cuando un zancudo zumba a nuestro alrededor al caer la noche, la solución que seguramente a muchos se le viene a la cabeza es aplicar insecticida o el tradicional chalazo, que no es otra cosa que aplastarlo entre la sandalia y la pared. Pero cualquiera de esos actos es contraproducente con la preservación del ecosistema. Es importante saber que lo mejor es la prevención antes que la eliminación, sobre todo porque parte importante de la población de estos insectos en el país no son letales.
“En Chile no tenemos especies peligrosas de zancudos, a excepción de algunos brotes que de repente hay en Isla de Pascua, pero que están muy controlados”, dice Constanza Schapheer. “En la zona central, desde el Norte Chico hasta el sur, no hay nada de que preocuparse”.
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